En la entrada anterior, me referí a los proyectos pendientes relacionados con la escritura. Ahora, quiero dedicarme a la actividad que la complementa y nutre: la lectura.
Es, todos lo sabemos, un tema muy amplio que puede ser abordado desde múltiples –quizás infinitas- dimensiones. Hoy deseo hacer un comentario acerca de un proyecto que, si bien está dentro de mis prácticas e intereses desde hace mucho tiempo, quiero comenzar a encarar con mayor seriedad a lo largo de este año (y, de hecho, ya estoy en eso).
Se trata de la lectura en otros idiomas y es un proyecto al que durante 2019 quiero dedicarle buena parte de mi tiempo por múltiples motivos. Aunque sería largo analizar todos en detalle (cada uno merecería su propia entrada y posiblemente en algún momento de este año la tenga) quiero mencionar los que para mí son los principales:
1. El estímulo de nuestro potencial cognitivo. Aprender cosas nuevas, más allá del incremento de nuestro caudal de saberes, optimiza en cierta manera la utilización de conocimientos previos.
2. La obvia posibilidad de acceder al idioma original sin el filtro de la traducción que, más allá de la sutileza e idoneidad del traductor, es siempre una reescritura; una instancia que modifica el texto de una manera u otra aunque solo sea por el mero hecho de que hay expresiones intraducibles. Por otra parte, como señaló Walter Benjamin, las palabras escritas nunca terminan su maduración. Y nuestra lectura será un nuevo filtro en su evolución, pero la relación entre ellas y nosotros será más directa.
3. En línea con el punto anterior, como una de mis ocupaciones es escribir, muchas veces me es de gran utilidad poder contar con fuentes escritas que, por ser de publicación reciente o no contar con una cantidad de lectores potenciales que justifiquen su traducción, solo están disponibles en su idioma original.
4. Leer, además de ser una actividad que disfruto mucho y de la que se derivan de forma directa o indirecta numerosos beneficios, es un excelente manera de incorporar vocabulario y descubrir el uso de patrones gramaticales con los que no estamos del todo familiarizados.
Como antes de abordar la lectura de un texto en otro idioma me gusta tener una cierta noción de su gramática, dedico bastante tiempo a buscar recursos que me ayuden a memorizar reglas. Por lo general, aquellos que más me han servido no son los que aparecen entre los primeros resultados de búsqueda de Google, sino aquellos que encontré siguiendo un link que me llevó a otro, el que a su vez me condujo a uno nuevo… y así sucesivamente.
En este momento, los idiomas en los que más me interesa avanzar son el alemán y el italiano. Por eso, en esta entrada –que será la primera de una serie destinada a compartir recursos para quienes tengan un objetivo similar al mío- quiero mencionar uno de esos sitios que encontré durante mi búsqueda.
Se trata de Greg´s Reflections: sí, está en inglés, pero ese es justamente parte de su encanto porque ofrece la posibilidad de practicar ese idioma al mismo tiempo.
El post que a mí me resultó más relevante es uno que ofrece ayudas para memorizar declinaciones y reglas asociadas al uso de cada caso en alemán y lo pueden encontrar aquí.
Por otra parte, hay otro que me resultó muy útil sobre la conjugación de los verbos en italiano.
Comparto esos recursos en la esperanza de que a alguno de los lectores que lleguen a este espacio le resulten de la misma utilidad que a mí. Más adelante me ocuparé de otros.
Saludos, y espero que escriban y lean mucho durante este año.
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