Por esto necesitás una correción de texto
Podés haber escrito la mejor novela del mundo, la tesis que va a revolucionar el mundo o la fórmula de la eterna juventud.
Pero, si tenés un error, el lector va a dejar de prestarle atención al mensaje y lo único que va a captar su atención es ese error, como seguramente te pasó a vos al ver "correción" en lugar de "corrección".
No importa que no sea un horror ortográfico; basta un simple error de tipeo para desviar su atención de lo que verdaderamente importa: la historia que estás contando.
Llevá la atención del lector hacia donde vos querés
Si querés que la gente se acuerde de tus errores, es muy fácil. No inviertas en una revisión de texto y la atención de la gente irá directamente hacia ellos.
Porque tu texto tiene errores. Si creés que no los tiene, es simplemente porque tu cerebro está tan familiarizado con lo que escribiste, que pasa los errores por alto y no los ves.
Hay muchos estudios que demuestran ese punto. No los voy a citar acá porque no quiero distraer tu atención, pero si hacés una búsqueda en Google, encontrarás unos cuantos.
Si querés que la gente se acuerde de tu mensaje (y, además, piense que sos una persona muy inteligente, elocuente y con un gran conocimiento del lenguaje), hay una sola cosa que tenés que hacer: contratar un corrector de texto.
Y te la hago más fácil: acá tenés una correctora de estilo y ortografía.
Es decir, podés asegurarte de llevar la atención de tus lectores hacia donde vos querés ahora mismo. Solo tenés que enviarme un mail a tecuento@arianariccio.com y pedirme un presupuesto de corrección de texto.
¿Por qué NO contratar un servicio de corrección de textos profesional?
Te quiero dar una respuesta honesta y sin rodeos basada en más de 20 años de experiencia en la corrección de texto. Si te identificás con alguno de los siguientes puntos, te sugiero que no pierdas tiempo y dejes tu texto sin corregir. O le pidas a ChatGPT que te lo corrija (nobleza obliga, con algunos errores sí te va a ayudar):
• Si sos de los que piensa que los errores ortográficos y gramaticales son un excelente punto de partida para inventar un nuevo idioma y te querés embarcar en esa aventura. Igual, debo decir que, si este es tu caso, me parece una misión admirable.
• Si pensás que unos cuantos errores demostrarán que sos humano, genuino y que no perdés el tiempo en nimiedades, y querés dejar bien claro a tu audiencia que tenés cosas más importantes que hacer que preocuparte por una coma fuera de lugar (ojo: en algunas circunstancias, esta SÍ puede ser una buena estrategia. Y un corrector de estilo experimentado sabrá decirte cómo y cuándo aplicarla).
• Si tenés miedo al éxito y considerás que mantener tus textos llenos de errores es una forma segura de pasar desapercibido. ¿Para qué esforzarte en ser memorable cuando podés ser olvidable?
• Si querés que tus lectores se sientan como detectives descifrando un código en lugar de tener una experiencia de lectura fluida.
• Si no te molesta que el trabajo de días, horas, meses —incluso años— se vea opacado por detalles de corrección, no tengo mucho más que decir. Es tu decisión y me parece absolutamente respetable.
Finalmente, si no valorás el trabajo artesanal y no estás dispuesto a pagar por él, definitivamente no pidas presupuesto para un servicio de corrección. Los correctores de textos somos artesanos del lenguaje y, aunque nos podamos apoyar en herramientas tecnológicas, nuestro diferencial es la mirada humana que aportamos. Si no ves el valor en eso, es mejor que dejes tus textos tal y como están. Sin corrección ortotipográfica y sin corrección de estilo.
Soy la clase de persona que SÍ quiere pagar por un servicio de corrección de texto
Perfecto, estamos en sintonía entonces (porque, como buena correctora, yo también pago por un servicio de corrección literaria cuando quiero una opinión objetiva sobre mis propios textos).
En el mercado hay muy buenos correctores de textos y cada cual tiene su estilo. Creo que ser honestos al respecto es importante, para que determines si mi estilo está alineado con lo que querés, o si preferís seguir buscando:
• Creo que una buena corrección de texto necesita tiempo. Es por eso que ya no acepto trabajos de corrección que deban estar listos para ayer (en algún momento lo hice, pero ya superé esa etapa).
• No hago descuentos: el presupuesto que paso es el que es y, si mis tarifas de corrección te parecen altas, es la mejor señal de que es mejor no trabajar juntos. Considero que hacer rebajas es una falta de respeto para mí misma, para mis colegas y también para mis clientes.
• No creo que exista tal cosa como “el mejor corrector de textos”. Más allá de una base en común, todos tenemos diferentes fortalezas. Si por las características de tu proyecto entiendo que no soy la mejor correctora para tu texto, te lo diré para que puedas continuar con tu búsqueda.
• Si llegaste hasta acá buscando “corrector de texto en Argentina”, el presupuesto lo recibirás en pesos argentinos. Si buscás corrector en Uruguay, recibirás el presupuesto en pesos uruguayos. Si vivís en otro país, recibirás la cotización de corrección en dólares o euros. En todos los casos, la tarifa es la misma, solo que expresada en diferentes monedas para tu comodidad.
Hasta en las mejores editoriales, en libros de los mejores autores, puede quedar una errata. Es importante que si contratás mi servicio de corrección ortotipográfica sepas que eso puede suceder. Soy humana y no puedo garantizarte una eficiencia del 100%. No obstante, mis años de experiencia hacen que pueda afirmar con confianza que es poco frecuente que se me escape algún error, que recibirás un texto muchísimo más claro y legible del que me entregás y que te ayudaré en todo lo que esté a mi alcance para que tu texto brille.